Millonarios entre los cuatro mejores

COPA SUDAMERICANA 2012

VIERNES, 16 DE NOVIEMBRE 2012. COLOMBIA.

Millonarios de Colombia y Gremio de Brasil disputaron el encuentro de vuelta en la Copa Sudamericana. El conjunto de Porto Alegre llegaba al Estadio El Campín de Bogota con una ventaja por la mínima, lograda en tierras gauchas hacía dos semanas.

EL PARTIDO

El partido empezó con el pie derecho para el conjunto visitante. Werley, defensor de Gremio, se encargó de inclinar la balanza en favor de los suyos en el minuto 12 del primer tiempo. Desplegando un buen fútbol y con la doble ventaja en su haber, Gremio logró controlar el trámite a su manera. Cera de los últimos minutos del primer período, optó por ceder la pelota y toda la responsabilidad a Millonarios.

Mientras tanto, el conjunto local veía cómo el tiempo transcurría como si se tratara de una cuenta regresiva. Así se fue la primer mitad e inició la segunda. Millonarios era consciente que un gol o dos no le alcanzaba aún, ya que en caso de superar por la mínima a su rival, el gol de Werley clasificaría a Gremio a semifinales. Wilberto Cosme, uno de los delanteros temibles de los colombianos, igualó las acciones en 15' del complemento con una sutil definición contra el palo izquierdo del arco defendido por Marcelo.

Gremio continuó con la misma idea: ceder la pelota y aguantar; a pesar de poseer en sus filas a jugadores de la talla de Ze Roberto, Gilberto Silva o Elano. Como fuere y por insistencia, Wason Rentería marcó el 2-1 tras un centro de Cosme. Rentería irrumpió entre dos defensores brasileños y conectó un cabezazo certero.

Cuando los colombianos ya habían entrado en el terreno del como sea, atacando de cualquier manera y subiendo la pelota como fuera posible, llegó una acción capital en el área del conjunto visitante: un penal. Muy discutido por los hombres de Brasil, aunque bajo mi punto de vista puede verse un contacto y, por consiguiente, infracción. Una vez más fue Wason Rentería el encargado de cambiar balón parado por gol. De esta manera, El Campín explotaba de emoción; Millonarios con el 3-1 clasificaba y ya no quedaba tiempo para más.