Choque de reyes

UEFA CHAMPIONS LEAGUE

No, no es una entrada referida al segundo libro de Canción de Hielo y Fuego de George RR Martin, sino que define con exactitud el enfrentamiento de Juventus (monarca de la liga italiana) y Chelsea (último campeón de la UEFA Champions League) que tenía lugar el día de hoy. Disputado en Italia, el partido finalizó con un contundente 3-0 en favor al equipo local. Luego del triunfo, Juventus respira más aliviado sabiendo que hizo lo que debía hacer en la búsqueda a la siguiente ronda, sólo le queda un último paso, y Chelsea, tras la derrota, sólo puede esperar el milagro, dependiendo del resultado del otro partido, aunque su cupo en la Europa League resulta inminente.

EL PARTIDO

El encuentro entre sendos monarcas correspondía a la quinta jornada del Grupo E. Los primeros minutos marcaron cierta pauta: Juventus tenía la pelota y buscaba, aunque sin gran profundidad, batir el arco del checo Petr Cech. Por el contrario, el equipo vestido de azul prefería ceder el protagonismo, actuando con gran vértigo a la hora de recuperar la pelota y lanzarse al ataque. Así llegó una apilada de Oscar, pasando a dos o tres jugadores con camiseta rayada a pura habilidad, para luego ceder la pelota al español Azpilicueta, que finalmente remató exigido. Buffón, haciendo gala de su gran respuesta, detuvo el peligro.

Pasado los veinte primeros minutos, la posesión, hasta entonces dividida y sin profundidad en ambos casos, comenzó a tener como principal protagonista a Juventus. Un tiro un tanto débil enviado por Quagliarella, y contenido por Cech, pareció ser simplemente un aviso. Un rato más tarde, merodeando el 38' de la primer mitad, Andrea Pirlo quedó fuera del área frente al arco y remató rasante; la trayectoria de la pelota cambió ante el contacto intencionado hecho por el mismo Quaquiarella, y terminó siendo el 1-0.

Ya en el segundo tiempo, Chelsea salió con otra mentalidad, intentando empatar e incluso ganar el partido. Hazard y Oscar, junto a Mata, se soltaron, pero seguía faltando lo más importante, la profundidad para anotar. Y cuando parecía que las cosas se equilibraban, Juventus volvió a golpear: una jugada colectiva, dando muestra a la consistencia que posee el equipo, fue finalizada por el chileno Arturo Vidal. Ese fue el 2-0. Rondando el minuto 90, Giovinco, que había ingresado unos minutos antes sustituyendo a Vucinic, marcó el último tanto del partido poniendo cifras definitivas: 3-0.

El resultado fue justo. Había dos o tres goles de diferencia en lo exhibido por uno y otro. Juventus a veces tuvo la pelota y a veces no, pero su coherencia de equipo le permitió tener siempre el control en sí del encuentro. Una defensa sólida, compuesta por tres fuertes centrales que, concentrados, anticiparon siempre a la ofensiva inglesa, y saliendo además con gran criterio. Por las bandas, los carrileros completaban una inexpugnable línea de cinco para resguardarse o terminaban casi como extremos a la hora de atacar. Pirlo siempre un segundo antes de la jugada, cortando pelotas importantes, y también distribuyendo juego como sólo él sabe. Vidal fue un todo terreno en la mitad de campo; Marchisio también. Buffon cuando fue exigido, respondió digno a su clase. Y los delanteros que iniciaron, Quagliarella y Vucinic, demostraron una gran lección de cómo moverse para ofender mejor.

Y Chelsea, hasta el 0-0, parecía estar compitiendo de igual a igual... Con la desventaja de los goles, se fue desmoronando su actitud para con el partido. Los destellos individuales de sus habilidosos fueron más esporádicos acorde pasaban los minutos y la diferencia en contra se agrandaba. No estuvo a la altura del partido y pone gran riesgo a su clasificación. El último campeón de Europa podría verse obligado a conformarse con la Europa League de no ganar su próximo partido o si Juventus suma unidades frente a los ucranianos.